Opciones de matriculación
En la práctica clínica aumentan las consultas por sufrimiento en las relaciones sexo-afectivas. Relaciones donde predomina el control, miedo al abandono, desvalorización al otro y al finalizarlas se inician acciones para retomarlas. Conscientes de su malestar, quienes las experimentan, se autodescriben incapaces de romper estos vínculos.
La persona que se vincula desde la dependencia emocional lo hace generalmente desde un lugar donde la reciprocidad no existe, se entrega por completo a la relación, su estado de ánimo depende de ese “vínculo amoroso”. Cuando este termina, aparece el sufrimiento. Individuos con una angustia insoportable, totalmente desorientados, con una sola idea: retornar a la relación que tenían, a costa de lo que sea. Son relaciones basadas en la sumisión, el control, la manipulación, humillación; predomina el miedo al abandono y al rechazo. L@s dependientes emocionales son personas incapaces de poner límites en la relación, el otro representa todo en la vida. Cuando acuden a la consulta, se encuentran desconsolad@s, la relación “perdida” es el monotema, han desaparecido las actividades que realizaban, la vida social se encuentra marcadamente reducida o nula, las relaciones con familiares también. La dependencia emocional está caracterizada por la “necesidad afectiva extrema de una persona hacia su pareja” (Castello Blasco, 2005). Necesidad afectiva extrema que se repite en las diferentes relaciones sexo-afectivas que la persona tiene a lo largo de su vida.